Si hay algo que le gusta a los noruegos es estar fuera de casa, pasear, hacer senderismo, escalada, esquí (sobre todo esquí de travesía) y cualquier actividad al aire libre que se tercie.
En Noruega no hace frío, como dicen ellos, sino que quizás uno tenga mala ropa, por lo tanto no hay excusa para quedarse en casa.
Esto hace que nos llame la atención que nos inviten a un "picnic" en la nieve... con abuela y niños incluídos, todo un grupo "armado" con esquís de travesía, mochilas con té, naranjas y chocolate y en días un poco especiales con salchichas y lo necesario para asarlas por el camino.
Merece la pena dar una oportunidad a la experiencia... y es que, además, excepto en las ciudades de cierto tamaño la oferta de ocio urbana puede ser limitada, así que resulta mejor adaptarse y entretenerse moviéndose un poco.
Las primeras salidas quizás sean un poco más duras, pero con el tiempo seremos los primeros en proponer nuevas actividades, en preguntar por rutas y mapas. La diversión está asegurada!
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